Comienza el concierto con el escenario convertido en una zona lunar, montículos blanquecinos al fondo y en los laterales , entran los músicos y poco después tres formas brumosas , indefinidas, casi animales entre las formas lunares y los músicos.

Las formas se acercan y se convierten en figuras femeninas con una estética victoriana: tules , corpiños, cuellos vaporosos , todo excesivo.. Es Russian Red que inicia una canción y dos especies de bufones, mimos o bailarinas.

Hay algo caótico en la puesta en escena, una introducción de música con varios instrumentos clásicos: flautas traveseras, violines, piano...los vestidos victorianos, telas vaporosas del mismo color que las rocas o montañas de tela, un video de fondo con una imagen de playa y un cuerpo tumbado, que quiere ser conceptual. El contraste es evidente con el expresionismo victoriano pero no le veo razón de ser.

Las bailarinas, bufones, mimos abandonan su indumentaria y danzan ahora vestidas simplemente con una prenda color carne. Su protagonismo , especialmente el de uno de ellas , con la cabeza rapada se come a la cantante.

No entiendo la intención de esta coreografía.

Russian Red canta con su voz melodiosa, un poco plana , pero no hay alma, el ritmo parece repetitivo y algo simple. No así el de los arreglos musicales.

Frente a mi mala opinión sobre el concierto de Russian Red como cierre de la cuarta edición de "Las Noches del Botánico", el crítico Fernando Neira, del diario "El País", escribe: "Russian Red renace con hechuras de artista integral".

He recordado la primera vez que escuché, vi y hablé con Lourdes Ortiz, hace años en la grabación de "Los Conciertos de Radio 3". Esos conciertos donde acudían grupos emergentes que se emitían en TVE de madrugada. Entonces su voz cristalina, su naturalidad y simpatía me agradaron.

Así la conocimos cantando con su guitarra, más desnuda, y así le grabamos su primer concierto en la Sala el Sol de Madrid en el 2010.

RUSSIAN RED, CIGARRETS from lamusicaes on Vimeo.