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NUEVA YORK
Es la ciudad de los rascacielos pero yo la llamaría la"ciudad de la música". En cuatro días descubrí mucha, mucha música sin ir a ningún concierto.
La calle era emocionante y divertida, aterrice la noche de Halloween. Neoyorkinos y turistas vivieron juntos esta noche, unos disfrazados, otros retratando el momento, mientras una familia al completo le ponía música a la escena cantando a capela. En Broadway vi a Andy Warhol tocar una diminuta guitarra y a Michael Jackson en el metro.
Un saxofonista en la 5 avenida me recordo "The bird", la película que dirigió Clint Eastwood sobre Charlie Parker. En la esquina de la 7 avenida las estrellas del Curnaige Hall sorprendían a los viandantes con una interpretación en directo y una sesión fotográfica improvisada en plena calle.
Los aspirantes a artístas se ganaban la vida cantando mientras servían las mesas en el bar Hellen´s Stardustdel 1650 de Broadway.
Pasear por Central Park a ritmo de saxo puede recrear el principio de una historia de misterio.
Aunque todo en Nueva York nos recuerde a "algo", a esa memoria cinematográfica que hemos alimentado desde pequeños, ¡Esto es real¡. Sucedía en cada esquina, y el Maratón de Nueva York convirtió la ciudad en un mundo aun más sonoro. Harlem vibrabacon los atletas a ritmo de rap.
He adoptado a Nueva York, es mi ciudad.
B. Crew.
Otras postales sonoras de Nuva York, que iré añadiendo a este espacio. Como esta visión del fin de año, 2014, en Time Square, toda una sinfonía de color, esos colores que nos sorprenden a llegar a Nueva York. Una visión desde lo más alto, que nos da la sensación de un Nueva York hundido, ahí abajo, como sin aire, rodeada de espectaculares edificios. Un concepto de vida, que a veces, solo se puede disfrutar en todo su esplendor desde las alturas.
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Realiza: The timelapse group
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Una visión única de la entrada del nuevo año, 2014, en Time Square. Ese lugar de puro colorido, que nos asombra al llegar a Nueva York
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