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NANCHO VEGAS, Concierto Joy Slava Madrid 26 de marzo. |
Nombre: sonsoles
Fecha:
29/3/2011 10:11 |
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Nacho Vegas oculta su frente y parte de su mirada tras un amplio flequillo, el pelo cae sobre su rostro de forma natural. Se diría que oculta algo. Tiene el porte de caballero un poco antiguo y la especie de indiferencia con que desgrana sus canciones le convierten para mi en un personaje casi literario. Desde el comienzo ves que no se inmuta ante el llenazo de su segundo concierto en Madrid. Un publico de treinta-añeros que vibran, agitan los brazos, mueven el cuerpo, corean sus canciones y le gritan "guapo", o "¡drogate!" como escucho a una sus fans justo a mi lado. Hay una conexión Nacho-público inaudita.
Para mí sus mejores canciones son las que hablan de la difícil comunicación entre los que se aman:
"No hay que hablar", por ejemplo. O la que dice: "Y ahora que sigues aquí / como no vas a cansarte/ si de miércoles a Marte ya estoy harto yo de mi..." Me decías: lo que media/ entre tú y tu soledad / es un trecho que no puedo abarcar"...".Yo me pregunto a mi mismo/ sólo a un paso del abismo/ cómo voy a vivir/ cuando te canses de mí/ cuando te canses de mí".
Conocí a Nacho Vegas hace años, en un concierto del grupo "Migala". Era una sombra alargada, vestido íntegramente de negro. al fondo del escenario.Tocaba la guitarra. Me llamó la atención su aire "gótico", inquietante y espiritual.
Hoy, sólo interrumpe las casi dos horas de concierto cuando presenta a los músicos y agradece la actuación del "El hijo".
Encuentro un Nacho Vegas nada engreído, nada "estrella", distante como sin querer serlo, no sonríe.
Sus canciones para mí menos logradas son las que quieren ser "sociales", con argumento. Como "Madelene": la historia de una niña que nace en un pueblo minero, entre el humo y la niebla, que no habla y que se suicida, como se suicida también el protagonista de "Maldición", Ezequiel.
Son demasiado dramáticas y la voz y el tono de Nacho Vegas no es, en mi opinión, para hacer denuncias. Tampoco entiendo la que presenta como su apuesta por un "socialismo libertario".
Lo que sí corea todo el publico es este estribillo, con aires de corrido mejicano que imagino que le contagió Bunbury:
"Se fue mi amor/ lo sentí marchar/ esta noche me voy a emborrachar/ me voy a emborrachar/ lo sentí marchar/ ya se fue mi amor/ ya no volverá .
Nacho parece ajeno al éxito, a haber llenado sus tres conciertos en Madrid, ajeno pero un poquito feliz, un poco, casi no se le nota.
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